Los traductores desempeñan un papel mucho más complejo de lo que a simple vista puede parecer. Cuando la empresa asigna una traducción a un traductor profesional se deben tener en cuenta varios factores. El primero es la experiencia que tiene el profesional sobre el tema del documento a traducir, pudiendo así aportar la calidad y precisión necesarias a la traducción encargada.
Del mismo modo, es importante que los traductores sean personas nativas en la lengua de destino de dicha traducción para que los matices del significado y el estilo comunicativo del cliente puedan mantenerse.
Una traducción es aquella que refleja con exactitud el contenido del texto de origen y que ha sido adaptada, por el traductor, a la cultura y costumbres de la lengua de destino. Muchas veces se dice que la buena traducción es aquella que no se nota.
Antes de que la traducción llegue a manos del cliente, debe pasar por un corrector profesional, que, al igual que el traductor, debe contar con las características de una lingüística, ser un experto en la materia en cuestión y especialista en la comunicación intercultural para mantener la esencia del texto.
0 comentarios:
Publicar un comentario